A menudo, los adolescentes se imponen estándares académicos altos y tienen dificultades cuando no los alcanzan. Esto es especialmente común entre los participantes del programa para superdotados y los adolescentes que toman clases de AP e IB. Los estudiantes como estos suelen exigirse estándares altos, ya que estas clases de nivel superior pueden proporcionarles una clasificación más alta en la clase, un crédito universitario y un promedio de calificaciones más alto.
Además, las expectativas de los padres también pueden contribuir a la presión que sienten los estudiantes y a sus propios estándares elevados. Los padres presionan a sus hijos para que tengan éxito y, a menudo, lo hacen poniendo altas expectativas en cuanto a su rendimiento académico. Si bien esto no es malo en sí mismo, puede causarle un estrés significativo al niño cuando no cumple con estos estándares o con los suyos propios.
Tener estándares altos establecidos puede ser beneficioso ya que motiva a los adolescentes a alcanzar metas gratificantes, pero ¿cómo deben afrontar el hecho de no cumplir con estos estándares?
En primer lugar, es importante señalar que los estudiantes deben empezar por fijarse metas académicas realistas, que sean realmente alcanzables. Si las expectativas de un estudiante son ridículamente altas y siempre se queda corto, su confianza en sí mismo se verá afectada y, con el tiempo, empeorará. Por lo tanto, las metas académicas deben establecerse en función de su nivel de habilidad y su desempeño anterior en relación con cuánto desea mejorar. Si su confianza en sí mismo con respecto a lo académico disminuye, es mucho más propenso a renunciar a sus estudios y hacer lo mínimo indispensable.
De cara al futuro, a pesar de establecer objetivos realistas, el bajo rendimiento académico no siempre se puede evitar. Siempre habrá una materia en la que un estudiante se sienta estancado o desafiado. Esto es lo que se debe hacer cuando esto sucede:
Si has obtenido una puntuación inferior a la esperada en un proyecto, examen o nota final, debes permitirte sentir los sentimientos asociados a esa puntuación. Reprimirlos y abrumarte con pensamientos negativos puede afectar tu actitud hacia el aprendizaje y hacerte más propenso a hacer lo mínimo indispensable en clase. Respira profundamente y recuerda que esta puntuación no te define a ti ni a tu inteligencia, sino que refleja la cantidad de esfuerzo que has puesto en estudiar para el examen.
Después de haber procesado los sentimientos relacionados con su calificación, piense en cómo se preparó para el examen con el que tuvo problemas. Reflexione brevemente sobre qué partes de la materia podría haber dejado de estudiar para determinar si necesita una revisión de los aspectos específicos y fundamentales o una revisión de los conceptos y el contenido (Smith 2023). Luego, compare estas lagunas de conocimiento con la calificación que recibió y evalúe cómo la calificación las refleja. ¿Practicó el aprendizaje activo y codificó la información? ¿O utilizó el aprendizaje pasivo? Identificar estas cosas podría ayudar a aliviar la ansiedad con respecto a la calificación y cualquier pensamiento negativo sobre su nivel de inteligencia.
También puede desviar la culpa de la calificación de la inteligencia personal al nivel de preparación y aliviar la ansiedad que esto genera. Esta reflexión también podría ser el comienzo de una lluvia de ideas y la implementación de una mejor rutina de estudio para la clase.
Una última cosa que puedes hacer es asegurarte de que no estás experimentando ninguna distorsión cognitiva con respecto a la gravedad de la nota del examen, la nota del proyecto o la nota final. Recuerda una vez más que esta nota no te define. Podrías estar magnificando el efecto de este bajo rendimiento o catastrofizando el impacto que esto tendrá en tu vida o en tu historial escolar. Identifica las distorsiones que puedas tener, ponte en contacto con la realidad y sigue adelante.
Referencias:
Ayuda, terapeuta. “Distorsiones cognitivas (hoja de trabajo) | Therapist Aid”. Therapist Aid, 2012, www.therapistaid.com/therapy-worksheet/cognitive-distortions.
Smith, Brock. “Recuperarse de una mala nota: cómo convertir el fracaso en triunfo”. ACTC, 23 de abril de 2024, ashland.kctcs.edu/blog/posts/041923-bad-grade.aspx.
Escrito por: Carmela González, redactora de recursos para jóvenes de Mental H2O