Una organización sin fines de lucro 501(c)(3)

Cómo abordar la crisis de salud mental en China

Cómo abordar la crisis de salud mental en China

Con el aumento del número de personas que padecen trastornos mentales, la salud mental se ha convertido en un problema social y de salud pública crítico en China. A pesar de los avances que ha logrado el gobierno chino en cuanto a aumentar el acceso a los servicios de salud mental, el país aún enfrenta desafíos profundamente arraigados relacionados con la atención de la salud mental. En este artículo se explorará el contexto histórico y cultural de la salud mental en China, el estado actual de la atención de la salud mental, los desafíos clave y las posibles soluciones a esta crisis creciente.

Contexto histórico y cultural

Históricamente, la salud mental en China ha estado rodeada de estigmas y conceptos erróneos. Las opiniones tradicionales chinas suelen asociar la salud mental con la debilidad, la pereza, la mala genética o la alteración moral (Shu et al.). Tanto el confucianismo como el taoísmo consideran que la enfermedad mental es una incapacidad para eliminar los deseos individuales (Wang). Esto conduce a una discriminación generalizada contra las personas afectadas por la salud mental, ya que se cree que no han logrado cumplir el ideal. El estigma de que quienes padecen problemas de salud mental tienen una personalidad defectuosa o defectos morales impide que las personas busquen ayuda. Esto lo demuestra una encuesta realizada por Tianjin Mental Health, que concluyó que los participantes mantenían una actitud negativa hacia los ex pacientes mentales y la mayoría de los participantes no estaban familiarizados con las causas, los tratamientos y la prevención de las enfermedades mentales (Yin et al.).

Creciente preocupación por la salud mental tras el confinamiento por el Covid-19

Sin embargo, recientemente se ha producido un cambio de actitud hacia la salud mental tras los informes sobre el aumento de los problemas de salud mental tras el confinamiento por la COVID-19. The Lancet informó de que “según la primera encuesta nacional sobre la angustia psicológica en la epidemia de COVID-19 en China de 2020, el 351% de los encuestados experimentó angustia, incluida la ansiedad y la depresión”. Esto se debió a las políticas de control, a la propia pandemia y al aislamiento. La pandemia provocó el cierre de muchos festivales tradicionales, lo que impidió a la gente interactuar con su comunidad.

Desafíos modernos

Cada vez más ciudadanos chinos reconocen la importancia de la salud mental, pero aún es necesario aumentar la cantidad de centros de salud mental para apoyar a la población china. Para una población de 173 millones de personas en China que padecen un trastorno psiquiátrico diagnosticable, solo hay 4000 psiquiatras en China que están completamente calificados, y la mayoría de los recursos de atención de salud mental se concentran en las ciudades, aunque dos tercios de los residentes del país viven en áreas rurales (Xiang et al.). Cuando una persona decide buscar atención médica para su enfermedad mental, estos factores pueden dificultarle la tarea y desanimarla aún más.

Progreso

Aunque China tiene un largo camino por delante para mejorar la salud mental del país, parece que el país va por buen camino. La aplicación de políticas integrales de salud mental y el aumento de la financiación de los programas de salud mental son pasos fundamentales. Se han desarrollado proyectos comunitarios para ayudar a hacer frente a la crisis. Desde 2004, el proyecto 686 ha contribuido a persuadir al gobierno central para que asigne unos 132,2 millones de dólares a la salud mental comunitaria (Xiang et al.). El proyecto tiene por objeto formar a profesionales de la salud mental y combinar los recursos de los hospitales psiquiátricos y los sistemas de salud comunitarios ya existentes.

Conclusión

Para abordar la crisis de salud mental en China se necesita un enfoque multifacético. Al reducir el estigma, mejorar el acceso a la atención y aprovechar la tecnología, se pueden lograr avances significativos. Los esfuerzos colectivos del gobierno, las comunidades y las personas son esenciales para crear un entorno propicio donde se dé prioridad a la salud mental. A medida que las actitudes continúan cambiando y los recursos mejoran, hay esperanzas de un futuro más brillante para la atención de la salud mental en China.

Escrito por:Amari Bell, redactora de recursos para jóvenes de Mental H2O

Referencias

Huang, Ru y Xiuli Wang. “Impacto de la COVID-19 en la salud mental en China: análisis basado en el preentrenamiento mejorado con conocimiento de sentimientos y el algoritmo XGBoost”. Frontiers in Public Health, vol. 11, julio de 2023, https://doi.org/10.3389/fpubh.2023.1170838.

The Lancet, vol. 399, núm. 10342, junio de 2022, pág. 2167. https://doi.org/10.1016/s0140-6736(22)01051-0.

Wang, Kai. “El modelo de definición Yin-Yang de la salud mental: la definición de salud mental en la cultura china”. Frontiers in Psychology, vol. 13, marzo de 2022, https://doi.org/10.3389/fpsyg.2022.832076.

Xiang, Yu-Tao, et al. “Salud mental en China: desafíos y progreso”. Lancet, vol. 380, núm. 9855, noviembre de 2012, págs. 1715–16. https://doi.org/10.1016/s0140-6736(11)60893-3.

Yin, Huifang, et al. “Estigma de salud mental y conocimiento de salud mental en la población china: un estudio transversal”. BMC Psychiatry, vol. 20, n.º 1, junio de 2020, https://doi.org/10.1186/s12888-020-02705-x.

 

Español de México