Las fobias se han convertido en uno de los temas de mayor crecimiento en psicología, empezando por las específicas y terminando por las sociales, que han provocado dificultades en la comunicación con los demás.
Las fobias tienen una conexión directa con el miedo y la ansiedad, y para entenderlas con claridad, primero debemos intentar comprender qué son el miedo y la ansiedad y cuáles son las diferencias entre ellos.
La ansiedad es un fenómeno natural que nos advierte de un peligro. Tiene una finalidad similar al dolor, que nos avisa si está sucediendo algo inusual en el cuerpo. Por tanto, la ansiedad es una advertencia. Según Sigmund Freud, la ansiedad es una señal del ego que indica conflictos internos en una persona. Es diferente del miedo, que está relacionado con un objeto externo en un entorno exterior y tiene una función protectora. Hay dos tipos de miedo: uno es una reacción natural ante el peligro y el otro es patológico, al que llamamos fobia.
Una de las principales diferencias entre ansiedad y miedo es que durante el miedo sabemos a qué tenemos miedo, lo que no ocurre lo mismo con la ansiedad; aunque sentimos lo mismo, no sabemos por qué.
En el caso de las fobias, realmente se tiene miedo de lo que se dice, pero puede darse otro caso en el que se tiene miedo abiertamente de otra cosa, y es cuando se produce la reacción defensiva de desplazamiento. Esto significa que las reacciones emocionales se redirigen hacia otro objeto o persona. Es decir, una fobia es la sustitución de la ansiedad por el miedo. El objetivo de un psicoterapeuta es descubrir qué conflicto se esconde detrás de esta fobia, que no se ve como un síntoma sino como un símbolo.
Hay tres categorías de fobias: fobia social, agorafobia y fobia específica.
La fobia social es el miedo a situaciones sociales como conocer gente nueva, hacer llamadas telefónicas o hablar en clase o en reuniones. La agorafobia se produce cuando se tiene una ansiedad intensa por estar en lugares o situaciones de las que puede ser difícil escapar, donde se puede sentir vergüenza o donde no hay ayuda disponible, como viajar, usar el transporte público, estar solo, etc. Las fobias específicas pueden ser Miedos irracionales a ciertos objetos, actividades o situaciones. Pueden ser fobia a los animales, claustrofobia, fobia a los médicos, fobia a colores específicos, a telas, a globos, a mariposas, etc.
Según David Xihan, un famoso profesor de psiquiatría estadounidense, ciertos genes relacionados con la serotonina, la oxitocina (reducen el miedo y la ansiedad en las interacciones sociales y regulan el comportamiento) y la regulación endocrina (impiden el miedo) pueden tener un impacto en el desarrollo de la fobia social. También concluyó que hay factores, como la interacción de los genes con el medio ambiente, que también desempeñan un papel muy importante.
La fobia social está estrechamente relacionada con los tipos de temperamento. Hay evidencia que dice que cada individuo tiene su propio temperamento.
Las experiencias personales también juegan un papel muy importante. Por ejemplo, quienes tienen una imagen negativa de sí mismos tienden a tener fobia social.
La mejor prevención de la fobia social es la psicoterapia; Hay muchos tipos de tratamiento. Una de ellas es la Terapia Racional Emotiva (RET), desarrollada por Albert Ellis. La terapia se basa en la noción de que nuestras emociones y comportamientos están conectados y que el pensamiento irracional puede ser culpa del malestar emocional. Un psicoterapeuta interpreta y evalúa los acontecimientos, desafía las emociones irracionales y las reemplaza.
Otro estudio interesante fue el de la agorafobia. Que midió los efectos de la terapia de exposición a la realidad virtual y la terapia cognitiva para el tratamiento de la fobia. El estudio controlado contó con 18 miembros del grupo distribuidos en dos grupos. Uno de ellos recibió tratamiento VRET y el otro VRET con terapia cognitiva. El estudio tuvo resultados positivos. Sin embargo, esos dos miembros del grupo obtuvieron el mismo resultado. Esto significa que la terapia cognitiva podría no haber sido tan útil como VRET.
Yixuan Chen profundiza en las causas y tratamientos de las fobias específicas sacando conclusiones de muchos estudios de investigación en su artículo. Concluye que las fobias específicas se pueden aprender mediante el condicionamiento clásico, que es un método inconsciente de aprendizaje. Otra forma es a través del aprendizaje vicario, cuando los fenobios se pueden adquirir observando las emociones de otros sobre cosas específicas, y en muchas otras cosas, la genética también tiene un factor importante. Existen muchas terapias que trabajan para superar las fobias específicas y la desensibilización sistemática es una de ellas. Esto es cuando una persona es expuesta a su fobia en un ambiente controlado y, en el camino, se le enseña a relajarse. Con el tiempo, la ansiedad se reduce.
En general, las fobias son temas muy interesantes con una raíz oculta que los psicólogos trabajan para desentrañar. Como se mencionó anteriormente, existen tres categorías de fobias. Los psicólogos están trabajando para realizar muchos estudios sobre ellos para implementar la terapia más avanzada y eficaz para cada uno de ellos.
Escrito por: Mariam Shengelia, escritora de recursos para jóvenes de Mental H2O
Referencias:
Charney, DS (2004). Descubrir la base neuronal de la ansiedad social humana: un imperativo diagnóstico y terapéutico. 'la Revista Estadounidense de Psiquiatría, 161(1), 1–2. https://doi.org/10.1176/appi.ajp.161.1.1
Malbos, E., Rapee, RM y Kavakli, M. (2012). Un estudio controlado de la agorafobia y el efecto independiente de la terapia de exposición a la realidad virtual. Revista de Psiquiatría de Australia y Nueva Zelanda, 47(2), 160–168. https://doi.org/10.1177/0004867412453626
Chen, Y. (2023). Una descripción general de la fobia específica: etiología y tratamiento. Apuntes de conferencias sobre psicología de la educación y medios públicos, 13(1), 235–240. https://doi.org/10.54254/2753-7048/13/20230900