Según la encuesta Onepoll, Forbes informa que el 471% de los estadounidenses piensa que la terapia es un signo de debilidad y eso no es cierto. En realidad, yo diría que ir a terapia y hablar con un profesional autorizado sobre tus problemas es lo mejor que puedes hacer por ti mismo. Te permite afrontar tus problemas e incluso encontrar soluciones para ellos. Un terapeuta puede ofrecer información sobre las acciones y situaciones de una persona, diagnosticarlas y mucho más.
Además de eso, la terapia tiene muchos otros beneficios. Según PsychCentral, hay numerosas razones para acudir a un terapeuta. En primer lugar, comprenderás mejor tu salud mental y desarrollarás un sentido más fuerte de ti mismo. Hablar sobre las cosas que suceden en tu vida con regularidad puede ayudarte a comprender tus modales y decisiones al permitir que una persona externa vea tu vida y pueda decirte lo que necesitas. En segundo lugar, puede ayudarte a desarrollar objetivos de bienestar para el futuro. Esto es inmensamente importante, especialmente si estás en una situación mental difícil y no puedes hacer nada. Tener una persona que pueda ayudarte con eso puede ser muy útil, incluso si se trata de tareas minúsculas como limpiar tu casa, ir al gimnasio o cualquier cosa similar para salir de una rutina. Por supuesto, hay muchos otros objetivos personales más importantes con los que un terapeuta también podría ayudarte. Por último, hablar con un profesional podría ayudarte a enfrentar traumas pasados y superar tus miedos, grandes o pequeños. Hablar sobre aspectos de la vida o cualquier cosa que te asuste puede tener más impacto de lo que crees. Según la Mental Health Foundation, hablar con alguien sobre tus miedos puede animarte a buscar la ayuda que necesitas.
Ahora que he hablado de todos los beneficios de la terapia, hay diferentes tipos de terapia (de conversación) que debes conocer:
- Terapia de apoyo: Se trata de una forma de psicoterapia que se utiliza con pacientes que luchan contra la depresión o el trastorno de ansiedad. Según Zencare, se basa en una alianza terapéutica para fortalecer la autoestima, regular las decisiones impulsivas y los pensamientos negativos, ayudar a afrontar el estrés y los desafíos, y más.
- Terapia psicodinámica: Esta forma de terapia analiza las situaciones y decisiones de un paciente para descubrir el proceso de pensamiento detrás de sus acciones a través de eventos pasados o conflictos no resueltos.
- Terapia interpersonal: Esta forma de terapia se centra en mejorar las relaciones y los vínculos con las personas que rodean al paciente en lugar de centrarse en problemas de desarrollo infantil.
- Terapia cognitivo conductual: La terapia cognitivo conductual tiene como objetivo cambiar los patrones de pensamiento negativos mediante la identificación de los pensamientos inútiles para aprender métodos de control de los pensamientos negativos. El objetivo de la terapia cognitivo conductual es deshacerse de las creencias falsas y angustiantes.
- Terapia dialéctica conductual: Por último, pero no por ello menos importante, la terapia dialéctica conductual, basada en las prácticas de la TCC, se utiliza principalmente para personas a las que les resulta difícil regular sus emociones y sienten emociones intensas. Según la Clínica Cleveland, el objetivo principal de la TCD es lograr un equilibrio entre ayudar a las personas a aceptarse a sí mismas y sus desafíos, y trabajar en los beneficios de cambiar sus hábitos para mejorar como personas.
Si quieres probar con la terapia, existen muchos recursos en los que puedes concertar citas con terapeutas fiables, como Better Help, o consultar con tu médico para que te recomiende a alguien. Te aseguro que lo que estés atravesando es completamente válido y que hablar con alguien te ayudará. No tengas miedo de pedir ayuda.
Autor:: Poorvi Deshpande, redactora de recursos para jóvenes de Mental H2O